Béziers: el origen de los trovadores

Entre cruzadas, invasiones, hambrunas y epidemias nace un nuevo arte en Béziers, el de componer versos y melodías, el  arte de «trovar». Intelectuales de muy diversa índole crearon poesías en lengua occitana, destinadas a ser escuchadas, cuyo contenido residía en temas como el amor, morales-políticos y de religión.

Béziers es una ciudad que sorprende al visitante. El emplazamiento de su catedral en lo alto de una colina, visible desde lejana distancia, pone de manifiesto su importancia a lo largo de los años como enclave histórico. Una ciudad marcada en el tiempo por el paso diferentes culturas como la griega y la romana, de las cuales ha heredado la tradición de la vid y los olivos. Villa donde el idioma predominante era el occitano: la lengua romance en que los trovadores del municipio componían sus versos.

A pesar de que sus obras no eran compuestas para ser leídas, sí se tiene constancia, según afirma el libro «Los Trovadores»de Martin Riquer, de que los trovadores escribían, o mandaban escribir, borradores que podrían ser enmendados para finalizar en limpio, en un pergamino, por lo que el resultado no era improvisado, se trata de una poesía basada en un numero de sílabas, casi siempre exacto y con un manejo de la rima “riguroso e implacable”, describe Riquer.

Los juglares eran los encargados de ponerles voz con fidelidad a las composiciones de los trovadores. En algunas ocasiones componían versos pero sin alcanzar la categoría de trovador, y, en otras, se trataba del primer paso para convertirse en uno de ellos. Por ello, los trovadores pertenecían a diferentes estratos sociales. Para unos significaba un sustento, una forma de ganarse la vida, mientras que para otros era una forma de distracción.

El número de autores de estas composiciones varía según la publicación consultada. En el caso de «The Troubadours, An introduction« son 460, y en la publicación mencionada en párrafos anteriores de Riquer son 350. Lo que si es veraz es que se trata de un arte que tuvo una corta pero intensa vida en el tiempo, desarrollándose entre los años 1100 y 1300, y, extendiéndose desde el sureste francés al norte de Italia, Pirineos, Cataluña y Aragón, influenciando también en su propagación a Inglaterra y Alemania.

Los protagonistas del municipio

Se trata de autores cuyas obras, que rara vez cantaron al amor caballeresco, han sido presentadas en el teatro de la villa y cuyos nombres no son conocidos hasta la segunda mitad del S. XIII. Sus nombres aparecen al final de la lista de trovadores provenzales pero es muy probable que hayan existido mucho antes, afirmó Gabriel Azaïs en su obra «Les troubadours de Béziers». Son obras que han ayudado a esclarecer datos históricos acontecidos en la población.

Parte de las composiciones de la villa se perdieron al morir sus autores debido a que, éstas eran escritas, ante la no existencia de la imprenta, en papiros, provenientes de Egipto, entremezclándose unas con otras. Muchas otras composiciones desaparecieron a causa del terrible suceso «la gran carnicería», en 1209. Suceso en el que la pelea de la Cruzada contra los Cátaros terminó en un incendio de la ciudad, masacrando y saqueando a su vez a los habitantes de Béziers.

Raimon Gaulcem de Béziers

Vivió en el S. XII pero las biografías provenzales no nos dejan gran información acerca de este trovador. Si son evidentes las fechas de sus piezas, como «Quascus planh lo sieu damnatge» del año 1262. Se trata de una queja de un caballero que deplora la muerte de su dama. Casi todas las obras de este autor tienen carácter religioso.

Bernard D’Auriac, «El maestro de Béziers»

Se cree que su familia pudo ser originaria del Castillo de Auriac. El título de maestro no lo adoptó por ser habitante de la villa, sino que, este era el título que se le daba a los clérigos. Su gran obra fue «Trésor ses». Sus obras se caracterizan por su extrema devoción a la Virgen. La datación de sus obras se desconoce, aunque, se ha estimado alrededor de 1215 gracias a la comparación con otras obras de autores de la época.

Jean Estève de Béziers

Trovador de finales del s. XIII. Sus letras versaban sobre aventuras galantes, contenido político y sobre guerras. Se han recogido hasta 12 piezas en el libro de Azaïs, entre ellas «Aissi cum cel qu’es ven¬gutz en riqueza«, «Ara podem tug vezer»

Guillaume de Béziers

En «Quascus plor e planti son dampnatge» se explican los hechos acerca de la muerte de un vizconde de Béziers. Es muy probable que se refiera Raimond Roger en 1289.

Azalais de Porcairagues

Mujer pionera en el arte del trovar. No existe apenas información acerca de esta «trobairitz», pero sí se conoce que vivía en una población situada a 10 kilómetros de Béziers. Su obra data en torno al año 1.173 y está dirigida al trovador Raimbaut d’ Aurenga.

Matfre Ermengaud de Béziers

Autor de «Brevari d’amor», manuscrito que se encuentra en la mediateca occitana de Béziers, escrito en torno a 1288. Todos los estudios de sus obras apuntan a que pasó a formar parte de la diócesis franciscana de Béziers en 1322. Se trata de una poesía científica, considerada como una enciclopedia de los conocimientos de la época. Se sirve de imágenes para transmitir sus mensajes acerca de la descripción física del mundo y consideraciones sobre el amor entre dos sexos. Según «La poésie des troubadours», de Frédéric Diez, contiene más de 27.000 versos.

E nom de dieu nostre senhor, E no solamen sers d’amor,
Que-z es fons e payre d’amor, Mas de tot fizel aymador,
E’z es cenes commenssament, En l’an, que-z on ses falhensa
Esses fl sera eishament, Comptava de la nayssensa
E l’escriptura per ayso De Jhesu Crist miel e dozens
L’apcla alpha et O, U chanta VIII ces mays ces mens
Que-z es sustantia, unitat, Domentre, qu’als no fazia,
Et en persona trinitat, Comenccc lo primier dia
Matfres Ermenguau de Bezers, De la primavera sus l’albor
Senher en lyeys a d’amour cers Aquest breviari d’amor.
Ms. 7227

Copia de la biblioteca del rey, incompleta. Nº 761

Jardín de los Poetas

Bustos de poetas originarios de Béziers adornan un sendero marcado por alamedas entre las que habitan diferentes especies de aves. Un jardín diseñado «a la inglesa» de cinco hectáreas, en la segunda mitad del siglo XX. Los hermanos Büler realizaron esta obra diseñada para unir la estación de trenes con el paseo Paul- Riquet, creador del Canal du Midi.

Llevar un libro y sentarse en este parque es una buena idea para inspirarte mientras lees los poemas de los trovadores del municipio. Las esculturas que podrás admirar en el interior del parque son:

– Fontaine du Titan.
– Enfant au poisson.
– Monument aux morts et au victoria.
– Escalier monumental.
– Monument à Jean Moulin et à la résistance.

Al leer estas líneas te preguntarás de donde saqué tal información y es que todo tiene su pequeño secreto. Acércate al CIRDOC, la mediateca Occitana de Béziers, destinada a la conservación y divulgación del patrimonio occitano, y charla con el bibliotecario, colabora con la Universidad de Barcelona y es miembro de la Sociedad Arqueológica de Béziers. Si le caes en gracia te enseñara la sede de la sociedad de la que es guardián.

Sara Cristina Espina

Guía oficial de turismo del Principado de Asturias, Coofundadora de El Séptimo Viajero y escritora de viajes en "Travel To Happiness." "Guía intelectual en el sureste francés", primer trabajo como escritora de viajes en El Séptimo Viajero. Resido en distintos lugares del mundo, soy nómada y mi pasión es mi vicio, mi religión, mi motivación: viajar. Mi rumbo: la libertad. Soy una aprendiz viajera, alguien muy sociable que aprende de la experiencia ajena. Me interesa la diversidad cultural, me encanta la naturaleza y el deporte es mi forma de vida.

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