Millau: la villa del guante
‘Capital del cuero y de la guantería’, Millau aún sigue conservando el saber hacer bajo el signo de la alta costura y la moda que alaban los guantes de la villa. Se encuentran en boutiques de todo el mundo en manos de marcas tan
conocidas como Lacrois, Chanel, Dior, Vuitton…
Un oficio de arte forma parte del patrimonio económico y cultural y, por ello, el Instituto Nacional de Oficios de Arte (INMA) en Francia, considera la guantería, uno de los más de 200 oficios de arte, repartidos en diecinueve sectores a lo largo de todo el país.
Ante la elevada cifra de negocio, ocho millares de euros, 38.000 empresas y 103.000 empleos en toda Francia (datos del SEME 2008) la región de Midi-Pyrénées, decide lanzar un itinerario bajo el nombre de `la route de l’artisanat et des métiers d’art´. Circuitos departamentales a lo largo de 2.300 kilómetros entre los que está incluida la ciudad de Millau. La villa tiene una antigüedad de unos 3000 años.
Millau es una ciudad francesa situada en la región de Midi-Pyrénées y perteneciente al departamento de Aveyron. Se localiza en la llanura aluvial, en la confluencia de los ríos Tarn y Dourbie. Es famosa, entre otras cosas, por poseer en su tramo de la autopista A75 , uno de los viaductos más altos del mundo con 343 metros, superando, incluso, a la Torre Eiffel. Ya por aquel entonces Millau destacaba en la artesanía por ser un importante centro de fabricación de cerámica.
Desde hace más de 10 años, más de una treintena de artesanos de la localidad de Millau se han agrupado en una asociación denominada `Arte y saber hacer´ bajo la marca `Millau Ville y Métiers d’art´ con el objetivo de dar a conservar, dar a conocer y revalorizar estos oficios. Consta de una galería en el centro histórico de la villa, donde puedes observar a través de exposiciones y actos diferentes obras de artesanos locales y también foráneos, además de un recorrido por 24 talleres, en los que los artesanos te reciben para hablarte de sus propias creaciones.
El arte del guante
Con las pieles curtidas, seleccionadas en función de la talla, el color, el grano y la flexibilidad, el guantero corta los diferentes elementos con la ayuda de una plantilla y de una plancha de mano. Junta las piezas a mano o a máquina y las decora con accesorios y/o bordados, dando como resultado un guante.
Un oficio muy antiguo que se desarrolla en la población a partir del siglo XI y cuyo origen viene dado por otro motivo bien diferente pero, directamente, relacionado con la producción del queso Roquefort. El aprovechamiento de la piel de los corderos sacrificados para obtener un alto rendimiento de la leche impulsa la industria del curtido de pieles. Pieles que, tras ser tratadas, son utilizadas con un nuevo fin: la guantería.
La zona fue especialmente afectada por las cruzadas durante los siglos XII a XVI, lo que favoreció a las industrias del curtido y la guantería, ya que las autoridades laicas sentían atracción por el uso del guante.
El siglo XX fue uno de los más prósperos en Millau. Veinte guanterías empleaban a unas 300 personas de la villa, momento en el que además se comenzaron a exportar guantes a América. Al tiempo, apareció una nueva máquina de coser, lo que aceleró la producción de guantes. Se llegaban a producir hasta 15 pares de guantes por jornada.
“Casi todo el pueblo trabajaba en las fábricas de guantes”,
afirmó, en Millau, una antigua trabajadora de una de la fábricas de la población.
Y es que, en 1930, unos 1000 obreros realizaban 330.000 docenas de guantes por año en las 66 fábricas que alimentaban al pueblo. Pero, sin duda, el año 1936 destaca por ser el de mayor auge en la guantería de la población. Se batió un récord de producción de 4.700.000 pares de guantes y 6.000 empleados.
Tras este periodo, la guantería supera diferentes épocas de crisis y es a partir de los años 70 cuando los guanteros comienzan a especializarse no sólo en guantes de ciudad. La fábrica Causse jugó un papel fundamental en la transformación de la industria del guante. Los guantes de la compañía han sido escogidos como los favoritos por personajes y celebridades como Karl Lagerfield, Kyle Minogue…
Las calles de la población son un auténtico museo al aire libre. El arte emana de las pequeñas tiendas, restaurantes y bares de la localidad. Los talleres de artesanos abundan por el casco antiguo, y es que, Millau ha sabido
diversificar sus actividades en: la marroquinería, el curtido, la creación de calzado y los muebles.
El Museo
En el Museo de Millau podrás ver una gran colección de guantes antiguos y contemporáneos, un taller que reconstruye el proceso de fabricación del guante, además de las diferentes técnicas de curtido de pieles. Y para que no te queden dudas de cómo trabajaban los guanteros, también, en el espacio podrás ver la reproducción de un documental denominado «Los guanteros de Millau»; te ayudará a centrarte a través de la historia.
La casa de guantes Causse, admite visitas, de forma independiente, a su fábrica y tiendas en determinada franja horaria.
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