Sète: arte modesto

El artista Hervé di Rosa y el escultor Bernard Belluc son los creadores de este nuevo concepto de arte, cuyo objetivo es el de provocar un diálogo entre las expresiones de arte más marginales y el arte contemporáneo.

En el número 23 de Quai Maréchal de Lattre Tassigny de Sète se encuentra una antigua bodega del muelle, «chai», que alberga El Museo Internacional de Artes Modestas, (MIAM). Un museo atípico y pionero en su disciplina, compuesto por una colección de «objetos cotidianos«: viejos cajones, zapatos, pañuelos decorados por presos de Texas u objetos con connotaciones religiosas.

Les cahiers de l’art modeste publicados por Di Rosa y Belluc, entre 1989 y 1997, tratan de dar una concepción de esta manifestación artística. Un hobby por coleccionar objetos que pronto se convertiría en una nueva vertiente del arte. Es en 1991 cuando ambos crearon La Association de l’Art modeste, tras haber presentado la primera exposición pública en la Galería de Arte Modesto de Poitou en París en 1990.

Fruto del éxito obtenido en la segunda exposición de arte modesto, organizada en el Museo del Juguete de Blois, en 1997, nace la idea de la creación del primer Museo Internacional de Arte Modesto en Séte. En el año 2000, el museo abre sus puertas y, desde entonces, han pasado por allí unas 37 exposiciones de diferentes artistas, autodidactas y artesanos.

Un espacio caracterizado por su penumbra, pues todas sus superficies son negras, y donde la iluminación juega un papel fundamental para destacar la museografía.

Pienso que el público estará sorprendido, que tendrá una sensación de estar maravillado, un poco como cuando uno, siendo niño, descubre una caverna a la luz de un fósforo”, explicó el arquitecto Patrick Bouchain, responsable de restaurar y adaptar el edificio.

El MIAM cuenta con una exposición permanente compuesta por parte de las colecciones personales de los dos fundadores, esculturas realizadas por los hermanos Dakgopan y también por el jardín modesto de Liliana Motta, con plantas recogidas de lugares abandonados. Los objetos de la exposición permanente son agrupados en diferentes temáticas: Espiritualidad, Historia y Geografía, Calor y Verano …

La mirada «modesta«

La noción de arte modesto puede definirse por el vínculo relacional de una persona con los objetos. La ausencia de mirada crítica de espíritu irrisorio y de esfuerzo cultural dan al arte modesto, su originalidad, su simplicidad, su autenticidad. Permite también amar objetos ridículos o insignificantes. Privilegia el placer sobre la cultura. Elimina la noción de mal gusto, o mejor dicho los escrúpulos de tener mal gusto. La emoción y el afecto priman. El arte modesto es más una actitud moral que una cuestión de erudición”. Así definen este movimiento sus precursores en el número seis de Les cahiers de l’Art Modeste, sus precursores.

Un arte en el que prima la subjetividad, pues, lo importante no es la persona que lo mira, sino, la actitud con la que lo observa. El dicho popular “un objeto vale más que mil palabras” es más que aplicable a la hora de comprender la concepción del arte modesto.

Objetos de arte modesto

Según Les cahiers de l’Art Modeste, se trata de objetos provenientes de la vida cotidiana, que verdaderamente no son útiles pero que suscitan la imaginación y ofrecen un placer estético. Agrupan las nociones de simplicidad, buen precio y ausencia intelectual. El objeto normalmente está ya en tu entorno, pero, sin embargo, en ocasiones lo compramos como mera decoración para convivir con él, para hacer más bonito un lugar.

Todos tienen el mismo espíritu pero proceden de lugares diferentes. Considerados como objetos únicos son realizados por personas sin cultura artística con el objeto de comunicar, nunca en beneficio propio. Así como los manufacturados, inicialmente fabricados para ser vendidos pero con un valor especial para aquella persona que
los recibe como regalo. Ambos tipos de objeto pueden ser acumulados y presentados en colecciones.

Desde esta perspectiva, los objetos que hoy han perdido su valor en el mercado pueden ser nuevamente utilizados con fines artísticos.MIAM

Sara Cristina Espina

Guía oficial de turismo del Principado de Asturias, Coofundadora de El Séptimo Viajero y escritora de viajes en "Travel To Happiness." "Guía intelectual en el sureste francés", primer trabajo como escritora de viajes en El Séptimo Viajero. Resido en distintos lugares del mundo, soy nómada y mi pasión es mi vicio, mi religión, mi motivación: viajar. Mi rumbo: la libertad. Soy una aprendiz viajera, alguien muy sociable que aprende de la experiencia ajena. Me interesa la diversidad cultural, me encanta la naturaleza y el deporte es mi forma de vida.

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Fernanda - 31 mayo, 2015 Contestar

Interesante esta forma de aproximarse al arte, desconocía la existencia de este museo. Me gusta cómo «rescatan» objetos que de otra manera hubieran sido olvidados para darles un nuevo valor-significado, Saludos!

    Sara Cristina Espina - 1 junio, 2015 Contestar

    Muchas gracias Fernanda. Ayer mismo conocí un museo similar en Cantabria. Un saludo!

Diana Miaus - 30 mayo, 2015 Contestar

Muy interesante, no tenía ni idea de que existiese este tipo de arte. Por las fotos parece mucho más atrayente que otros museos!
Un saludo 😀

    Sara Cristina Espina - 1 junio, 2015 Contestar

    Hola Diana,

    Pues es muy entretenido visitarlo, si te dejas llevar por el recorrido, estoy segura de que puede brotar tu lado mas freak. A mi me ha pasado. Un abrazo!!

Netikerty - 28 mayo, 2015 Contestar

Muy interesante el post. No conocía el arte modesto. Gracias por descubrirmelo.

    Sara Cristina Espina - 1 junio, 2015 Contestar

    Buenos dias!

    Me alegro de que gracias al post hayas conocido este rincón. Espero poder seguir sorprendiendote. Un abrazo!

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