Las casas trogloditas del desierto – Desert troglodytic houses

EL DESIERTO DE STAR WARS

Freaks y no tan freaks de La Guerra de las Galaxias quedaréis impresionados al ver las casas trogloditas de Matmata en la provincia de Gabes.

Welcome carretera

Tras varios kilómetros recorridos en 4*4 y cabezaditas por el camino, los 3 blogueros avanzábamos, abriéndonos paso entre un paisaje desértico, plagado de barreras realizadas con madera de palmera y colocadas estratégicamente a los bordes de las carreteras para frenar el avance del desierto. Desde nuestros asientos pudimos visualizar en lo alto de una pequeña cumbre, a 400 metros de altitud, letras grandes y blancas, estilo Hollywood, que nos daban la bienvenida a Matmata.

Ojo con los chicos de los halcones, os tratarán de poner el animal encima para cobraros por ello, advirtió Navil.

Dicho y hecho, nos bajamos del vehículo y allí estaban, un montón de niños con halcones a sus hombros. Siguiendo las advertencias del guía, conseguimos zafarnos de ellos para admirar las vistas de las áridas rocas que dejaban entrever una carretera que parecía no tener fin.

Matmata es un pueblo con viviendas excavadas por etnias de origen berebere en la montaña desde hace siglos. El motivo de esta peculiar forma de construcción no se conoce a ciencia cierta, pero el guía, de origen tunecino, nos contó que podrían haber sido construidas por alguna tribu que quería pasar desapercibida ante sus enemigos, aunque otro de los motivos podría ser debido a la calidad del terreno, muy blando para construir sobre él.

Muchas de las casas del pueblo se han convertido en infraestructuras turísticas como el Hotel Sidi Driss, donde está la casa del tío Owen en la primera entrega de La Guerra de las Galaxias y en cuyo bar, cantina de Mos Eisley en la película, podréis ver en una televisión retransmitiéndose continuamente las imágenes de la saga. Estas infraestructuras han permitido que las pocas familias bereberes que aún residen en el poblado tengan luz y generen ingresos provenientes del sector. Hace 20 años solo había dos o tres familias que dejaban entrar en sus casas:

Si tu entras en mi casa, eres más que un amigo, eres un hermano.

 

La Casa troglodita

A pesar de ser muchos los turistas que visitan la zona, los guías locales están perfectamente organizados, y tratan de no masificar las casas, de tal manera que, los bloggers tuvimos la oportunidad de visitar una de estas casas en petit comité.

La entrada suele tener un arco con grabados, normalmente de manos (para evitar las envidias y atraer la buena suerte) y peces (signo de fertilidad, abundancia), y con una puerta de madera de palmera.  Un pasillo en el que encontraréis un pequeño granero, donde se muele trigo y cebada para producir el riquísimo pan berebere, dirige al patio inclinado que recoge el agua de lluvia. El patio comunica la sala de estar, las habitaciones y la cocina de la casa.

Vuestras necesidades: en el exterior hay mucho desierto. 🙂

Es normal que en la visita, la señora berebere prepare un delicioso té, aderezado con almendras, pan berebere, aceite de oliva y miel, una mezcla exquisita. Además,  la mujer berebere mientras su marido pastorea con rebaños (dromedarios, ovejas, corderos y cabras), se dedica a la elaboración de telares.

Es normal y no obligatorio que, tras la delicada atención de la mujer, le dejes unos dinares como agradecimiento.

La mujer berebere de Matmata

Navil nos contó que las familias bereberes que habitaban en estas casas pertenecían a las etnias de mayor belleza (ojos azules, piel más aclarada y, en ocasiones pelo rubio). Su estética es muy peculiar, llevan tatuajes en las manos, mentón y/o cara. Algunos de ellos marcarán etapas importantes en su vida y también la tribu a la que pertenecen.

¿Os gustó la entrada?: pues no perdáis las próximas entregas!

Agradecimientos:

– La empresa organizadora Sunweb

– Mis compañeros de: A donde Quiera que vaya y Rubén y el mundo

– La asociación de viajeros más molona de la ciudad, Barcelona Travel Bloggers

English version: see more

Freaks and not as freaks of  The Star Wars will be impressed to see Matmata troglodyte houses in Gabes province.

After several kilometers in 4 * 4 and naps along the way, we, the 3 bloggers, went opening our way through a desert landscape, littered with barriers made ​​of  palm wood, which was  strategically placed at the edges of the roads to stop the desert advance. From our seats we could display on the top of a small hill, 400 m altitude, large white letters, Hollywood style, which welcomed us to Matmata.

Beware with the hawks boys, the will try to put the animal on you for getting money, warned Navil.

Said and done, we got off the vehicle and there were a lot of kids with hawks his shoulders. Following warnings from the guide, we got ride of them to admire the views of the arid rocks with a road that seemed endless.

Matmata is a village with houses dug into the mountain by ethnics with berber origines centuries ago. The reason for this peculiar construction form  is not known for sure, but the guide, of Tunisian origin, told us that they could have been built by a tribe that wanted to go undetected by their enemies, but another reason could be due to the terrain quality, very soft to build on it.

Many of the houses in the village have become in tourist infrastructures such as the Sidi Driss Hotel, where the house of  Owen Uncle in the first installment of Star Wars and its bar, Mos Eisley bar in the movie, you can see retransmitted continuously on a TV saga images. These infrastructures have allowed the few berber families still reside in the town have light in their houses and generate incomings from tourism sector. 20 years ago there were only two or three families showing their homes:

If you enter into our home, you’re more than a friend, you’re my brother.

The Cave House

Despite being many tourists visiting the area, local guides are well organized and they try not massively houses, so we had the opportunity to visit one of these houses in petit comité way.

The entry usually has prints,  hand (to avoid envy and attract good luck) and fish (sign of fertility, abundance), and a wooden door palm. A inclined courtyard, for collecting the rainwater, where you will find a small barn, where wheat and barley are milled to produce the rich berber bread. The courtyard connects the rest of the house with  living room, bedrooms and kitchen .

Your needs: Outdoor there is much desert. 🙂

It is normal during the visit, the berber lady prepare a delicious tea, garnished with almonds, berber bread, olive oil and honey, an exquisite blend. Also, the woman while her husband shepherds with herds (camels, sheep and goats), is working in the looms manufacture.

After  delicate woman care, it is normal and not mandatory,  let her a dinar in gratitude.

Matmata berber woman

Navil told us that the Berber families who lived in these houses belonged to the most beautiful (blue eyes, more enlightened skin and sometimes blonde hair) ethnic groups . Her esthetic is very peculiar, she have tattoos on the hands, chin and / or face. Some of them mark important stages in he life and also the tribe she belong.

Have you enjoy the post?: Do not miss next entry!

Sara Cristina Espina

Guía oficial de turismo del Principado de Asturias, Coofundadora de El Séptimo Viajero y escritora de viajes en "Travel To Happiness." "Guía intelectual en el sureste francés", primer trabajo como escritora de viajes en El Séptimo Viajero. Resido en distintos lugares del mundo, soy nómada y mi pasión es mi vicio, mi religión, mi motivación: viajar. Mi rumbo: la libertad. Soy una aprendiz viajera, alguien muy sociable que aprende de la experiencia ajena. Me interesa la diversidad cultural, me encanta la naturaleza y el deporte es mi forma de vida.

Déjame un comentario aquí abajo
Jordi (milviatges) - 7 julio, 2014 Contestar

Wow! Que buenos recuerdos. Hace ya tanto que estuve que no me importaría volver a Tunez. En Matmata sí que estuve, pero con pena tuve que renunciar a El Djem y a los Ksur del sur. Ojala algún día vuelva!

Iciar - 7 julio, 2014 Contestar

El desierto y su gente no deja nunca de fascinar. Por lo que cuentas esta aldea tan turística aun sabe conservar la esencia.
Y ese té bereber ¡Que bien sabe! ¿A que sí?
Saludotes!

Beatriz - 7 julio, 2014 Contestar

Tengo que confesar que vi la película hace muuuucho tiempo y no me acordaba bien de las escenas. De hecho, algunas fotos me han recordado al barrio del Albayzín, en Granada 😀

Viajar code: Verónica - 5 julio, 2014 Contestar

Me encanta!! Como friki de SW es un sitio a visitar. Pero con el añadido del interés cultural y la gastronomía se redondea en una visita explendida!!
Gracias por compartir

Escríbeme:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *